Se llama neofobia alimentaria al miedo a probar nuevos alimentos, es un trastorno restrictivo de la alimentación que principalmente se presenta en la infancia. Se caracteriza por el rechazo de alimentos por motivos de apariencia, sabor, olor, textura, marca, presentación o en experiencias negativas con la comida en el pasado. Este puede ser un comportamiento “habitual” entre los 2-3 años, y tiende a remitir hacia los 6 años. Lo que es importante tener en cuenta es que la neofobia alimentaria puede llegar a ser un problema cuando en esta etapa, en la que es habitual, no se gestiona de forma adecuada.

Ante esta problemática, debemos tener muchísima paciencia, sabiendo que es algo normal en el desarrollo del niño. Cuando dicen que no quieren probar algo, lo que no hay que hacer es obligarle, ya que con ello conseguiremos que se nieguen más todavía. El niño relaciona su rechazo a una obligación o enfado del padre o la madre, no disfruta del alimento y se generan experiencias negativas con el alimento que van a llevar a no querer probarlo.

Es más conveniente exponerles al alimento que rechazan de forma repetida para que se vayan familiarizando con él y que poco a poco se vayan habituando.

Sería recomendable que puedan participar del proceso de la preparación de alimentos, desde llevarlos a hacer la compra con los padres, enseñarles en el supermercado las diferentes frutas y verduras que existen, cocinar el alimento juntos, cocinar recetas que lleven ese alimento…

De esta forma generaremos que se sientan más partícipes y que tengan experiencias más positivas hacia la comida. Asimismo, es fundamental que este tema no se convierta en el principal tema de conversación entre padres e hijos. Es frecuente que cuando un tema nos preocupa lo abordamos con mayor constancia, pero podemos cometer el error de prestarle demasiada atención, aunque sea de forma negativa (para protestar, suspirar, regañar, insistir…) y que ellos asocien que con este tipo de conducta pueden acaparar más la atención de sus padres.

Estos problemas con la alimentación deben ser advertidos y corregidos a tiempo para no generar problemas de salud relacionados con un bajo consumo de estos alimentos rechazados, y/u otro tipo de problemas en su conducta.