En muchas ocasiones y cada vez más, hemos escuchado hablar de la atención temprana o la estimulación precoz en los niños y niñas pero… ¿Qué es realmente?
La atención temprana es el conjunto de intervenciones dirigidas a los niños y niñas con edades comprendidas entre cero y seis años, a la familia y al entorno.
Su objetivo es dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos.
Estas intervenciones han de ser planificadas por un equipo de profesionales, los cuales velarán por el bienestar y el desarrollo óptimo del niño o niña y su familia.
Los diferentes destinatarios de la atención temprana podríamos agruparlos en diferentes categorías:
- Niños/as con alteraciones o minusvalías documentadas: niños o niñas con retrasos, alteraciones o discapacidades.
- Niños/as en situación de riesgo biológico: niños o niñas que durante el periodo pre, peri o post-natal, o durante el desarrollo temprano, han estado sometidos a situaciones que podrían alterar su proceso madurativo.
- Niños/as en situación de riesgo social: niños o niñas que sufren condiciones sociales que puede alterar el proceso madurativo del niño/a.
¿Qué síntomas o signos serían una sospecha?
Los niños que no llegan a hacer las actividades que la mayor parte de los niños de su edad pueden desarrollar, como: mantenerse de pie, caminar, hablar, relacionarse con otros niños….
Puede afectar el área motora, intelectual, visual, auditiva, de la comunicación y el lenguaje. O puede combinar alteraciones de varias de estas áreas del desarrollo.
¿Cuándo pueden aparecer estos síntomas?
Pueden estar ya presentes al nacer. Otras veces serán detectados a lo largo de los primeros tres años, sobre todo desde el ámbito sanitario o por la propia familia. En el inicio de la etapa escolar de segundo ciclo de infantil (de tres a seis años) podrán detectarse también en el ámbito educativo.
Los síntomas que suelen aparecer más temprano son los problemas motores y sensoriales. Los cognitivos, del lenguaje y la comunicación serán los siguientes en hacerse notar. Los problemas del aprendizaje evidenciarán trastornos no detectados hasta el momento en que las exigencias escolares se incrementen.
Fuente:
Libro blanco de la atención temprana. Ministerio de trabajo y asuntos sociales.
Atención temprana. Teoría y práctica. FOCAD: Consejo general de la psicología de España.