Durante décadas el dolor ha sido visto como una consecuencia o una reacción ante algún daño a nuestro organismo. Se consideraba que su intensidad era proporcional al daño sufrido. Pero esta conceptualización presentaba muchas limitaciones a la hora de ajustar el tratamiento, especialmente en los síndromes de dolor crónico.

Se considera que el dolor es crónico cuando, después de que el organismo haya sufrido un daño, continua interfiriendo en la vida cotidiana o no disminuye después del periodo de curación previsto. También se considera que el dolor es crónico cuando está relacionado con una enfermedad degenerativa, o con una enfermedad crónica. No hay un periodo prefijado, a partir del cual se diga que un dolor pasa de ser agudo a crónico.  El dolor se convierte en crónico cuando altera nuestro estilo de vida y deja de tener una utilidad (la de avisar de un daño o de que hemos ido más allá de nuestras posibilidades físicas, avisar de que “algo no va bien”).

El dolor crónico es muy común. Según la Sociedad Española del Dolor 2,3 millones de personas en España sufren dolor y uno de los síndromes de dolor crónico con mayor prevalencia es la fibromialgia que se encuentra en torno al 2,4%.

Pero, ¿Qué es la fibromialgia? La fibromialgia es un síndrome de dolor crónico y complejo que causa dolores generalizados y un profundo agotamiento, así como dolor muscular, fatiga y cansancio, rigidez, problemas de sueño, dificultad en procesar la información, problemas de memoria, ansiedad, depresión, etc.

El  nombre de fibromialgia deriva de “fibro” como referencia a tejidos fibrosos (tendones y ligamentos), “mio” o musculo y “algia” dolor. La fibromialgia afecta a las fibras y los músculos del cuerpo produciendo dolor.

El dolor que sufren los pacientes con fibromialgia suele ser de tipo generalizado y con gravedad variable, de forma que la mayoría afirman sentir siempre algo de dolor, que varía según la actividad física, el momento del día, el clima, los patrones del sueño y la fatiga. Está considerada como una enfermedad reumática en la que los factores psicológicos tienen un papel muy  importante, pero se sigue desconociendo el vínculo que los relaciona.

 

 

Publicaciones Relacionadas