La Dependencia Emocional es la adicción hacia otra persona, generalmente la pareja. Es reconocer que «soy adicto a otra persona». Es inevitable que suframos si nuestra felicidad está supeditada a una persona, ya que este apego obsesivo e insano hace que perdamos la autoestima y nuestra vida se vea boicoteada.
¿Tenemos tendencia a establecer relaciones de dependencia con los demás? Algunas de las características que presentan estas personas son:
- “Necesitan” al otro.
- Temen que el otro le abandone, evitando llevar la contraria para evitar enfrentamientos.
- Esfuerzo continuo por gustarle más al otro, y solo se siente bien consigo mismo cuando percibe que es querido.
- Su felicidad se centra en una sola persona, disfrutando solamente cuando está con la otra persona.
- Exigen al otro que me dé más muestras de que está enamorado de él/ella.
- Su alegría depende de cómo le tratan los demás.
- Experimenta sentimientos de culpa si la otra persona no se siente satisfecha.
- Cae fácilmente en los chantajes emocionales.
- Antepone el deseo de otros a los suyos propios.
- Se van dejando amigos y otros seres queridos de lado.
- El otro poco a poco se convierte en el centro de su vida, de sus pensamientos y de sus preocupaciones.
- Quiere tener el control de la vida de la otra persona para tener la seguridad de que no la perderá.
- Se dan cuenta de que están estancados, y aun así siguen luchando.
- La relación genera ansiedad, no imagina la vida sin esa persona, teme que la dejen, y siempre quiere y busca más en la relación.
- Prefiere sufrir antes que dejar a la persona con la que mantiene esa relación.
- Acostumbran a ser relaciones en las que hay reiteradas rupturas y reconciliaciones, siempre volviendo con los mismos propósitos de cambio una y otra vez…
¿Qué podemos poner en práctica para tener relaciones más saludables?
- Comprender que la dependencia emocional se extiende más allá de las relaciones de pareja. A veces va pasando el tiempo, y nos damos cuenta tarde, porque solemos haber perdido nuestra autosuficiencia emocional, estamos supeditados a alguien hasta el punto de no pensar ni de actuar por nosotros mismos. Debemos fijarnos en las características que presenta una persona cuando experimenta dependencia emocional, y valorar si nos sentimos o no identificados. El primer paso es la toma de conciencia: soy adicto a otra persona.
- Valorar ventajas y desventajas, es decir, hacer un listado de cosas que hemos llegado a hacer por alguien y que de una u otra forma, nos han perjudicado, sabiendo que no era lo que deseábamos o nos beneficiaba en ese momento. Debemos anteponer nuestras necesidades y nuestro bienestar emocional al de la otra persona. Debemos reflexionar sobre si hemos perdido tiempo para nosotros mismos, si nos hemos ido alejando de amistades, familia, actividades, estudios o desarrollo personal.
- Imprescindible fortalecer nuestra autoestima para vencer la dependencia emocional. Algunos consejos pueden ser: recordar tus logros del pasado, no compararte, empezar a decidir por ti mismo, iniciar nuevos proyectos, conocer gente nueva, experimentar nuevas sensaciones, sanando tus heridas, conociéndote a ti mismo y explorando tus necesidades y deseos, responsabilizándote de tu vida y de tu felicidad, mejorar tu asertividad poniendo límites y diciendo “sí” sin miedo y “no sin culpa.
- Aumentar la tolerancia a la soledad, ya que, el miedo a estar solos junto con una autoestima baja son los dos factores que más intervienen en la dependencia emocional. La vida es más bonita con amor, pero éste llega sanamente cuando nos sentimos bien con nosotros mismos. Pero debemos distinguir entre “desear” y “necesitar”. No podemos tener una relación saludable si antes no nos hemos desarrollado como personas. Es importante que aprendamos a estar solos, a disfrutar de nosotros mismos, entendernos y comprendernos. Profundizar en cómo somos, qué deseamos y qué no nos hace felices.
Vencer la dependencia emocional es preservar nuestra autosuficiencia, invirtiendo en dignidad y bienestar. El primer paso para superar la dependencia emocional y fortalecer la autoestima, es tomar conciencia del punto en el que estamos y solicitar ayuda.
