1. Nunca desacreditar a tu ex pareja delante de sus hijos, ya que ellos se sienten en el medio y con la crítica puede dañarse su autoestima.
  2. No utilizar a tus hijos como mensajeros entre vosotros. Cuanto menos se sientan ellos parte de la pelea entre sus padres, mejor entenderán la situación.
  3. Tranquiliza a tus hijos haciéndoles entender que ellos no tienen ninguna responsabilidad en la separación. Muchos de ellos asumen como propia las causas de la ruptura.
  4. Anima a tus hijos a que quieran estar con el otro padre. Haz todo lo posible por facilitar las visitas. Ser flexibles entre vosotros.
  5. En cada paso de tu divorcio, recuérdate a ti mismo que tus intereses no son los de tu hijo, por lo que no debes incluirlos en ninguna negociación.
  6. Tus hijos pueden ser estímulos a actuar como “corresponsales” en la casa del otro padre. Trata de no pedirle que te cuente nada que no sea del interés de ellos. Deja a tus hijos ser niños/as y no los metas en las disputas con tu ex pareja.
  7. Si consideras que no puedes asumir el proceso de separación con calma y  ser responsable de tus actos, pide asesoramiento psicológico. Tus problemas pueden trasladarse a tus hijos, complicándoles aun más el poder enfrentarse con éxito a la nueva situación.
  8. En caso de que el acuerdo de la custodia sea que tienes que pasar la manutención a tus hijos, hazlo de forma mensual y sin interrupciones.
  9. Si por el contrario, te encuentras en el caso de que no te pasan la manutención no traslades el enfado a tus hijos. Esto alimentará en ellos el sentimiento de abandono y los pone en situaciones muy difíciles de gestionar.
  10. Dentro de lo posible, no realices demasiados cambios en la vida de tus hijos. Si además de la separación tienen que cambiar de residencia y de escuela, tardaran mucho más en superar la separación de sus padres y adaptarse a la nueva situación.

 

 

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