El rendimiento académico de los más pequeños supone una importante preocupación para muchos padres llegado el ecuador del presente curso académico.

Los padres dedican muchos esfuerzos e intentan diversas alternativas para solucionarlo aunque en muchas ocasiones no se acaban consiguiendo los resultados deseados. El bajo rendimiento académico también afecta indirectamente al ámbito personal, emocional y social del niño, con lo que buscar alternativas que ayuden a superar esta situación se hacen necesarias para muchos padres y para ello es fundamental conocer las posibles causas de este fracaso escolar.

  • Ambiente. Es fundamental que los pequeños crezcan en un ambiente que les estimule. La implicación de la familia en la vida escolar de los niños y niñas va a ser imprescindible para que estos perciban el interés y entiendan que ellos mismos deben implicarse en sus tareas escolares.
  • Autoestima. Cuando los niños y niñas tienen una baja autoestima, tenderán al fracaso escolar. Las malas notas, hacen que se perciban como menos competentes, como más tontos, incapaces de alcanzar el nivel, esto conlleva desinterés y prefieren no intentarlo por no fracasar.
  • Lectoescritura. La lectoescritura es fundamental para construir aprendizajes y para demostrar lo que saben, en todas las asignaturas. Estos procesos son la base sobre las que se construyen todos los aprendizajes del actual sistema escolar. Cuando no se poseen las habilidades necesarias en estos procesos, su rendimiento escolar desciende notablemente.
  • Motivación. Para hacer algo, hay que querer hacerlo, si los pequeños no están motivados por el aprendizaje académico, les costará alcanzar un rendimiento adecuado.
  • Atención. La falta de atención repercute notablemente en el fracaso escolar. Si no pueden concentrarse en la tarea, no podrán construir conocimientos y aprendizajes.
  • Dificultades de aprendizaje. Una de las causas más comunes son las dificultades de aprendizaje. En este sentido podemos encontrarnos con dislexias, TDAH, falta de motivación, etc. Con la reeducación psicológica adecuada, estas dificultades son superables. Hacer una detección temprana de las mismas y tratarlas de manera adecuada.
  • Malestar emocional. Como personas cualquier problema que nos provoque un malestar emocional va a influir en nuestro quehacer. En el caso de los pequeños, es lógico que estos problemas afecten en su rendimiento académico.
  • Causas pedagógicas. Estas causas hacen referencia las técnicas y el hábito de estudio. En ocasiones el bajo rendimiento viene provocado por ausencia de dicho hábito y de no saber realizar un estudio activo con las  técnicas adecuadas.

 

Si tras valorar los diferentes puntos tratados se detecta en algunos de ellos el posible foco del problema sería recomendable el solicitar la ayuda de un especialista que puede evaluar el motivo que está produciendo el fracaso escolar, ya que en muchas ocasiones dicho fracaso es un síntoma secundario de otras dificultades y para realizar una buena intervención es necesaria una evaluación más personalizada del caso. Además, de realizar talleres de técnicas de estudio donde los niños/a pueden aprender cómo adquirir un hábito y realizar un estudio activo  son aspectos complementarios que pueden ayudar a los padres a hacer frente al bajo rendimiento académico.

 

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