“Seguro que me sale mal”
“No sé si estaré a la altura”
“A ver si le ha pasado algo malo”
“No les gustará lo que voy a decir”
“¿Y si no me sale bien la entrevista?”
En ocasiones, tendemos a tener pensamientos anticipatorios que desencadenan una respuesta de ansiedad. Si sufrimos ansiedad anticipatoria, nos centramos principalmente en lo que creemos que podría ocurrir y nuestras predicciones suelen ser catastróficas.
¿Cómo de realistas son nuestras preocupaciones? ¿La gente de mí alrededor me ha dicho alguna vez que soy demasiado padecedor o me preocupo demasiado? Si es el caso, pide ayuda. Podemos cambiar nuestros pensamientos anticipatorios para disminuir nuestra ansiedad.